CD-ROM contiene el Tesis en formato digital.

Tesis para optar al título de Teólogo y el grado de Licenciado en Teología. Universidad Adventista de Chile, Chillán, 2014.

Bibliografía: h. 73-77

Resumen:
Desde muy temprano nos damos cuenta de que estamos sujetos a la autoridad de
nuestros padres. Y a la medida que vamos creciendo entendemos que no hay obediencia si
no hay autoridad. Sin embargo, en la mente de muchas personas la palabra “autoridad”
tiene una connotación negativa. Eso se debe a que, en determinadas ocasiones, los que
ocupan cargos de responsabilidad ejercen su autoridad de forma autoritaria y abusiva.
Aunque la palabra autoridad generalmente es definida como “facultad o derecho de
mandar o gobernar a personas que están subordinadas”1
, habría que asegurarse que este
concepto es compatible con la enseñanza bíblica.
La Biblia le asigna una importancia significativa al tema de la autoridad. Menciona
que Jesús ejerció su ministerio con autoridad (Mt. 7: 29; 9: 6, 8; 21: 23). Al mismo tiempo
es interesante notar que la autoridad de Jesús aparece en notable contraste con la autoridad
que ejercían los líderes romanos y judíos de su tiempo (Mt. 20: 25-28; 7: 29; 23: 1-36; Mc
1: 22).
A la luz del ejemplo de Jesús, pareciera que sus seguidores fueron desafiados a
ejercer la autoridad de manera distinta al modelo prevaleciente en su entorno cultural.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día no es ajena a este desafío. Como ocurrió en
el pasado, a menos que se desarrolle una aproximación bíblica a este tema, siempre estará presente el riesgo de asumir modelos seculares promovidos por las filosofías que modelan
el pensamiento prevaleciente.